En Colombia, los Planes de Área son un elemento fundamental del Proyecto Educativo Institucional, por tanto, deben estar en sintonía con los lineamientos curriculares y los referentes de calidad del Ministerio de Educación Nacional y el contexto sociopolítico de la comunidad educativa. Por su naturaleza, son un recurso infaltable en la planeación y planificación de las actividades de enseñanza-aprendizaje, ya que conecta los aspectos básicos del horizonte institucional con la naturaleza de cada área, sus fines, temas y competencias a desarrollar.
Sin embargo, se vuelven un tormento para muchos docentes, puesto que las facultades de educación (a nivel de pregrado) y las escuelas con carácter de normal superior no instruyen debidamente a los futuros maestros para una pertinente comprensión, diseño e implementación del Plan de Estudios y de los Planes de Área. Se constata una enorme tendencia a retomar planes de área desactualizados, descontextualizados y, en el peor de los casos, «colchas de retazos» fruto de la inescrupulosa práctica del copy-paste.
Lo importante es que un Plan de Área bien concebido, estructurado y aplicado, es un recurso que ayuda a prevenir la continua improvisación y, lo más importante, garantiza claridad en aspectos coyunturales como: a quién, qué, quién, cómo, dónde, por qué y para qué se enseña. Si esto queda claro, se evitan los vacíos existenciales que genera una práctica docente desarraigada de la realidad y que poco o nada le aporta a los intereses y necesidades del propio maestro y de los estudiantes.
En Perspectiva Docente, invitamos a sacarle máximo provecho a este recurso valioso para la práctica educativa, especialmente en los ciclos de Educación Básica. Para ello es imprescindible, conocerlo, construirlo/deconstruirlo, apropiárselo y aplicarlo.
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