Miro sin verte.
Es triste.
Por más que miro,
no logro verte.
¡Oh! ¿Qué es lo que miro?
No veo nada.
Vuelvo a mirar,
y nada.
En un instante,
volveré a mirar,
sé que no podré verte,
pero no dejo de mirar.
Pasan las horas,
sigo mirando,
tú no te asomas,
y sigo mirando.
No te asomarás,
eso lo sé,
¿Allí estarás?
Esa es mi fe.
¿Dormida estarás?
Mi mente no ve.
¿Despierta estarás?
Mantendré la fe.
Se pierde mi vista.
Perdido estoy yo.
En el horizonte mi vista
he perdido yo.
No debo más mirar,
es hora de dormir,
debo mis ojos descansar,
para poderte mirar.
Deja una respuesta